Madrid pintado. De Jusepe Leonardo a Antonio López.

15 imágenes de Madrid de la mano de 15 grandes pintores.

La Villa y Corte de Madrid nunca ha destacado por su monumentalidad o por un espectacular trazado urbano, a diferencia de otras grandes ciudades europeas como París, Roma, Londres, Praga o Berlín, sin olvidar otras ciudades como Barcelona, Estambul, Lisboa, Florencia o Venecia. Puede que esta sea la principal razón, por la que Madrid nunca ha sido retratada en la misma medida que las ciudades antes citadas. Sin embargo, y a pesar de esta escasez, desde que Felipe II decidiera convertir a Madrid en la capital de las Españas, han sido varios los pintores que han querido reflejar en sus obras algunos de los aspectos mas representativos de Madrid. Y de estos cuadros trata la entrada que hoy os propongo.

¿Por qué 15? ¿Por qué no 10 o 20 o 50? La explicación es muy sencilla y a la vez muy subjetiva y personal: el número 15 siempre ha sido «la niña bonita», y eso es Madrid para mi, y espero que también para muchos de vosotros, una niña bonita, la niña de mis ojos, a veces rebelde y caprichosa, incomoda y molesta, a veces traviesa, siempre cambiante, siempre en obras, a medio crecer, a medio formar, pero, sin ninguna duda, siempre arrebatadoramente atractiva y cautivadora. Desde Jusepe Leonardo y su «Vista del Palacio y Jardines del Buen Retiro», pintado hacia 1638, hasta Antonio López y su «Madrid desde Torres Blancas», pintado entre 1976 y 1982, pasando por Goya, Sorolla, Gutierrez Solana o Bayeu, entre otros grandes, hoy os propongo un recorrido por los edificios, los monumentos, los parques, las fiestas y los lugares mas representativos de la capital de España, tal y como los vieron estos genios de la pintura a lo largo de mas de tres siglos. ¿Os apetece acompañarme?

1 Jusepe Leonardo -Vista del Palacio y Jardines del Buen Retiro (1637-1638)

VISTA DEL PALACIO Y JARDINES DEL BUEN RETIRO – JUSEPE LEONARDO (h. 1837)

2 Francisco Rizi -Auto de Fe en la Plaza mayor de Madrid (1683)

AUTO DE FE EN LA PLAZA MAYOR DE MADRID – FRANCISCO RIZI (1683)

3 Lorenzo_quiros-calle_platerias

ORNATOS DE LA CALLE DE LAS PLATERÍAS CON MOTIVO DE LA ENTRADA EN MADRID DE CARLOS III – LORENZO DE QUIRÓS (1759)

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TOROS EN CARABANCHEL ALTO – RAMÓN BAYEU (1777)

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LA PRADERA DE SAN ISIDRO – FRANCISCO DE GOYA (1788) Sigue leyendo

Madrid en llamas. La «quema de conventos» de 1931.

La llamada «quema de conventos» fue una ola de violencia dirigida contra edificios e instituciones de la Iglesia Católica, que tuvo lugar entre los días 10 y 13 de mayo de 1931. Los disturbios comenzaron en Madrid, durante la inauguración del Círculo Monárquico Independiente de la calle Alcalá, y rápidamente se extendieron por otras ciudades de Andalucía y Levante, como Málaga, Valencia, Sevilla, Granada, Córdoba, Cádiz, Alicante y Murcia. Aproximadamente cien edificios religiosos ardieron total o parcialmente durante aquellos días. Se perdieron valiosas obras de arte, libros irreemplazables y objetos litúrgicos de gran valor, se profanaron cementerios de conventos y varias personas murieron o resultaron heridas. Y todo esto, cuando aún no había pasado ni un mes desde el 14 de abril de 1931, fecha en que fue proclamada la II República, tras las elecciones municipales celebradas el 12 de abril. Sin duda un mal presagio para el régimen recién instaurado.

«En Madrid el populacho, excitado por unos cuantos miserables, se echó a la calle e inició la estúpida y criminal e inmotivada ofensiva contra las iglesias y conventos, quemando y saqueando. Las turbas echaron sobre la República naciente el primer borrón y la primera vergüenza». (Alejandro Lerroux)

Monja rescatada del convento contiguo a la Casa Profesa de los JesuitasIglesia de los Carmelitas

No conviene olvidar que, durante los primeros meses de vida de la II República, hubo una clara oposición a todo aquello que representaba la Iglesia Católica, partidaria, como no podía ser de otro modo, del regreso de D. Alfonso XIII, y por tanto, de la monarquía. A la quema de conventos y edificios religiosos, siguió la expulsión de algunos prelados, como el Cardenal Segura, algunas disposiciones constitucionales claramente dirigidas contra la Iglesia, la secularización de los cementerios, la prohibición de los crucifijos en las escuelas, la disolución de la Compañía de Jesús, la ley contra las congregaciones religiosas, y la continua propaganda anticlerical. Mal comenzaba el asunto en un país como España, de profunda raigambre católica. Las dos Españas estaban a punto de mostrar su cara mas cruel.

Así comenzó, y así os lo cuento.

Manifestantes frente a la sede del Ciículo Monárquico Independiente en la calle AlcaládelGrupos de exaltados durante los graves acontecimientos del 11 de mayo de 1931 Sigue leyendo

La historia de los judíos sacrílegos y el Real Convento de la Paciencia de Cristo

Hablan las crónicas de la época de un terrible caso que sucedió en Madrid, siendo Rey Felipe IV. Unos hechos que no son leyenda o misterio, sino un caso real y bien documentado, que tuvo lugar muy cerca de la actual Gran Vía, en la calle de las Infantas. La historia ocurrió tal y como os la cuento a continuación.

La inquisición en Portugal

Una familia de judíos, formada por el matrimonio y tres hijos, ante la amenaza de verse condenados por el Santo Oficio de Portugal por herejes, decidió trasladarse hasta Castilla, mas concretamente a Madrid, donde al parecer tenían amigos y parientes, logrando de este modo salvarse de una más que probable muerte en la hoguera. Una vez en la capital de las Españas, alquilaron una casa baja y aislada en la calle de las Infantas, donde instalaron la mercería que habría de ser su medio de vida. Con la intención de pasar por católicos, pusieron en la fachada una imagen de Cristo, aunque, como veremos a continuación, sus intenciones eran otras muy distintas, puesto que junto a otros judíos asentados en Madrid, se dedicaban con regularidad a profanar e injuriar la Santa Imagen. No satisfechos con este sacrilegio, decidieron fijar dos días por semana, los miércoles y viernes, para celebrar la que llamaron fiesta de los azotes.

Cristode la Paciencia de Francisco Rizi

Consistía esta celebración en descolgar la imagen de Cristo y, unos con correas, otros con gruesas sogas y otros con varas provistas de espinas, golpearla hasta quedar exhaustos, mientras en otras ocasiones, arrastraban la imagen con una soga que previamente le habían echado al cuello. Cuanto mas insistían en profanar la imagen, mas se empeñaba el altísimo en mostrar su bondad y su paciencia, de modo que por tres veces se dirigió a los judíos. La primera vez, mientras colgaba boca abajo de una viga, les dijo: ¿Por qué me maltratáis siendo vuestro Dios verdadero?. En la segunda ocasión, mientras estaba tirado en el suelo, les preguntó: ¿Por qué me maltratáis así? ¿Qué mal os he hecho?, a lo que el grupo de sacrílegos respondió: porque eres tan solo un palo. Entonces, Dios, viendo que, no solo no cesaban los escarnios, sino que estos iban en aumento, les habló por tercera y última vez diciendo: Bueno está. ¿Qué os he hecho yo para que así me azotéis?. En ese mismo momento, la Santa Imagen comenzó a derramar sangre por las heridas de los clavos y la llaga del costado, mientras los judíos intentaban quemarla echándola al fuego por tres veces y fracasando las tres, optaron finalmente por hacerla mil pedazos. Sigue leyendo

O vendemos puentes o compramos rio. 2ª parte: los nuevos puentes de Madrid Rio

La recuperación del Manzanares con sus nuevos espacios verdes ha conseguido devolver las riberas de nuestro entrañable río a los ciudadanos, terminando de paso, con el muro divisorio entre los distritos de Centro y Arganzuela y los de La Latina, Carabanchel y Usera, que la M-30 y el Manzanares habían supuesto para estos distritos, pese a su escasa anchura, hasta la construcción de Madrid Rio y el soterramiento de esa gran cicatriz en el rostro de Madrid que era la M-30.

Matadero ntes y después de Madrid Rio

«Ha un tiempo cercano, en el que en el lugar donde nos encontramos estaba invadido por un tráfico que alcanzaba los 200.000 vehículos diarios, que generaban una alta contaminación acústica y ambiental, y que aislaban a los ciudadanos de su querido Manzanares». (Alberto Ruiz-Gallardón, Alcalde de Madrid entre 2003 y 2011)

Panorámica de Madrid Rio

Ningún madrileño que viva en la zona o simplemente decida pasear por las orillas del Manzanares, tendrá que recorrer mas de 300 metros para encontrar un paso por donde cruzar el río, gracias a los 33 puentes y pasarelas existentes a su paso por la ciudad de Madrid. Excepto una pasarela y el puente de la Reina Victoria, todos son de nueva construcción o han sido rehabilitados y ampliados. En concreto, han sido 19 los pasos renovados, entre los cuales, se incluyen siete de las llamadas presas históricas o el Puente Oblicuo, con sus pinos asomados sobre el Manzanares. Por otra parte, entre puentes y pasarelas, son 12 los de nueva construcción, sin duda, muchos puentes para tan poco río. Sobre los puentes históricos ya escribí en su momento (ver la entrada «O vendemos puentes o vendemos río. 1ª parte: los puentes históricos sobre el Manzanares), hoy toca hablar de los nuevos puentes y pasarelas construidos, algunos de ellos realmente interesantes.

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La historia de María «la Agorera»

Como nos vamos acercando al Día de Todos los Santos, un día de brujas, fantasmas, apariciones… y por supuesto, un día para recordar a todos aquellos seres queridos que nos dejaron, hoy me gustaría contaros una historia que tuvo lugar en el Madrid del siglo XV. Una historia de hechiceras y brujería, con una protagonista llamada María Mola, conocida como «la Agorera», que vivió en las afueras de ese Madrid aun medieval, un Madrid que aun no era la capital de España.

Caprichos Noº 24 - No hubo remedio

En el siglo XV llegó a Madrid una mujer llamada María Mola. Procedía de Burgos, donde había sido acusada de brujería y condenada a sufrir pena de vergüenza pública. Fue emplumada y obligada a llevar un sombrero con forma de cono, en el que aparecían pintadas imágenes alusivas al delito por el que había sido condenada, mientras entre empujones y golpes, era paseada por la descontrolada e iracunda multitud por calles burgalesas, soportando los insultos, pedradas y escupitajos del populacho.

Las murallas del Madrid medieval

Al llegar a Madrid, María Mola, popularmente conocida como “la Agorera”, siguió ejerciendo sus artes adivinatorias y la brujería en su casa, una pequeña tienda de comestibles, que había pertenecido a un judío. Estaba situada en las afueras de la ciudad, muy próxima a lo que hoy es la plaza de Santa Ana.
 La clientela, religiosa y supersticiosa a partes iguales, acudía a la casa de María en busca de hechizos de amor, sortilegios para acabar con los enemigos o lo que era mas habitual, para saber que les iba a deparar el futuro.
 Debido a sus continuos aciertos, su fama se propagó rápidamente entre los madrileños. La clientela se agolpaba frente a la puerta de la antigua tienda para consultar a la ya célebre hechicera, gentes de todos las clases sociales e incluso religiosos. Pero «la Agorera», aunque era una gran profesional del engaño, no logró que su  montaje durara demasiado, finalmente, uno de estos engaños sería su perdición y la causa del trágico final de Maria «la Agorera». Veamos que sucedió.

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Visitantes ilustres. En clave de Sol.

Hubo una época, no tan lejana, en la que viajar era un privilegio al alcance tan solo de unos pocos. Unicamente los reyes, la nobleza, el clero y la alta burguesía, disponían de los medios necesarios para poder desplazarse con unas mínimas comodidades de una ciudad a otra. A esta élite de privilegiados, habría añadir escultores, pintores, músicos, cantantes famosos…, todos aquellos que relacionados con las bellas artes eran habitualmente requeridos por las clases mas pudientes, que continuamente rivalizaban entre si, en un desmedido afán por ser considerados «primus ínter pares». Entre los viajeros ilustres que durante el siglo XIX y principios del XX visitaron Madrid, que por aquel entonces, era un destino de gran atractivo para los viajeros románticos, me gustaría mencionar a cinco grandes genios de la música, cinco grandes maestros que nos honraron con su presencia, deleitando al público madrileño con su arte. 

Gioachino Rossinni en 1831

Gioachino Rossini en 1820

Gioacchino Rossini, conocido como “El Cisne de Pésaro”, era hijo de un músico y una cantante, por tanto podría afirmarse que llevaba la música en la sangre. Estudió en el Liceo Musicale de Bolonia, logrando su primer gran éxito en la Scala de Milan en 1812. Tres años más tarde asume la dirección artística del teatro de San Carlo en Nápoles, ciudad donde contraería matrimonio con la soprano madrileña Isabel Colbran. Autor de óperas como “Tancredo”, “El Barbero de Sevilla”, “La italiana en Argel” y “Guillermo Tell”, su presencia en los principales teatros de ópera de Europa era requerida constantemente y Madrid no iba a ser la excepción.La pasión que vivió Madrid por Rossini cuando en 1831 visitó la Villa y Corte, quedó reflejada en la entrega fervorosa que sintieron todos al escuchar sus óperas.

Calle de la Reina

Rossini llegó a Madrid en 1831 en compañía del marqués de Las Marismas, como invitado de la Reina Maria Cristina, a quien dedicaría una romanza titulada «La Passegiata, para inaugurar el Real Conservatorio de Música y declamación de Maria Cristina, fundado por Real Decreto del 15 de 1830. Durante su estancia se alojo en La Fonda de Genieys, que se encontraba en el palacio Masserano, en la esquina de la calle del Clavel con la de La Reina. La Fonda estaba considerada como una de las mejores de la Corte, y era habitual encontrarse en sus salones con Larra o Espronceda.

Partitura del Stabat Mater de Rossini Sigue leyendo

«Mantua Carpetatorum sive Matritum Urbs Regia»

Los que seguís habitualmente este blog, estaréis ya habituados a encontrar abundantes referencias al conocido como Plano de Teixeira, realizado entre 1648 y 1654 por el cartógrafo de origen portugués Pedro Teixeira Albernaz. Este plano, realizado con gran minuciosidad, es toda una referencia a la hora de estudiar el Madrid del Siglo de Oro y ha servido como modelo para muchos otros posteriores, siendo utilizado por Juan de Dios Hernández y Jesús Rey Francisco para la construcción de la maqueta de la Villa y Corte que se conserva en el Museo de Historia de Madrid de la calle Fuencarral. Si hay una imagen que refleje fielmente como era ese Madrid del Siglo de Oro, el Madrid de los últimos Austrias, esa es la visión ofrecida por el plano de Pedro Teixeira, que tiene como título oficial, “Topographia de la Villa de Madrid descripta por Don Pedro Texeira. Año 1656″.

Plano de Teixeira - Museo de Historia de Madrid

¿Quien fue Pedro Teixeira?

Pedro Teixeira nació en Lisboa en 1595 en el seno de una familia de cartógrafos.  Aún reinaba Felipe II y Portugal y España eran una sola nación. Su padre, Luis Teixeira, fue Cosmógrafo Mayor de Portugal por lo que desde muy pequeños, tanto él como su hermano Joao aprendieron el oficio. Pero el deseo de aventura de Teixeira hizo que, siendo aun muy joven, se embarcara en un barco corsario, participando en el saqueo de varios navíos enemigos convirtiéndose de este modo en pirata. Dejadas atrás las locuras de juventud y su etapa aventurera, los hermanos Teixeira abandonaron Lisboa para dirigirse a Madrid con su licencia de cosmógrafos bajo el brazo, encontrando trabajo a las ordenes de Juan Bautista Lavanha, Cartógrafo Mayor de la Corona, a quien en 1585 Felipe II había encargado la creación de la Academia de Matemáticas de El Escorial. 

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

La experiencia tanto en cartografía militar, como en piratería naval, hizo que Teixeira se convirtiera en un espía al servicio de la corona de España, reconociendo y midiendo fortificaciones del enemigo, y estudiando puertos o fortalezas, llegando en ocasiones a infiltrarse tras las lineas enemigas. España estaba implicada directamente en la Guerra de los treinta Años que tuvo lugar entre 1618 y 1648, y las habilidades y conocimientos de Teixeira se hicieron rápidamente poco menos que imprescindibles.

Portada del Atlas del Rey Planeta Sigue leyendo

La Ceca de Madrid y la Real Casa de la Moneda

Uno de los principales intereses de aquellos que ostentan el poder ha sido siempre el control de la riqueza, y por tanto, el control de la emisión de moneda. Los Ministerios de Hacienda, los Bancos Centrales de cada Estado y las Casas de la Moneda, han sido los instrumentos habituales para ejercer el tan ansiado control sobre la riqueza. Nunca debemos olvidar, que la riqueza otorga el poder, y éste, proporciona a quien gobierna el control sobre los ciudadanos que, les guste o no, se ven obligados a aceptar las disposiciones, a veces claramente injustas y abusivas, adoptadas por los gobernantes, ya sean éstos elegidos democráticamente o no. Hasta que se hartan y deciden rebelarse ante los abusos, las injusticias y la avaricia de unos pocos, que suelen ser siempre los mismos. Y entonces ruedan cabezas y los gobernantes se sorprenden de la ingratitud del pueblo.

Banco de España 2

Un poco de historia

La primera Casa de Moneda de Madrid se fundó a instancias de Enrique IV, quien, el 2 de diciembre de 1467, nombró a Fernando de Pareja tesorero de la Casa de la Moneda, al mismo tiempo que ordenaba que fuera instalada dentro de los muros de la villa. Al año siguiente se le concedió licencia para labrar moneda, describiendo los tipos que habían de figurar en ellas, así como la marca, una M coronada, que debía permitir distinguirlas de las acuñadas en otras cecas. Con la reorganización de Casas de Moneda llevada a cabo en 1471, se cerraron las instalaciones de Madrid, que por aquél entonces, no era nada mas que un insignificante poblachon manchego. A partir de este momento, la ceca de Madrid desaparece, no volviendo a tenerse noticias de nuevas acuñaciones hasta 1591, durante el reinado de Felipe II. Esta acuñación de 1591, y otra posterior de 1611, ambas experimentales, se efectuaron en el domicilio del famoso grabador Giacomo da Trezzo, mas conocido como Jacometrezo, situada en las proximidades de la actual Gran Vía madrileña.

Placa_ del Ayuntamiento de Madrid decicada a Jacometrezo

Felipe III, por Real Cédula de 18 de Febrero de 1614, encargó la fabricación de moneda en Madrid a Cristóbal Gómez de Sandoval-Rojas y de la Cerda, I duque de Uceda, nombrándole tesorero con carácter hereditario. El duque, estableció la ceca en una casa situada cerca del puente de Segovia y durante los reinados de Felipe III y Felipe IV, la actividad de la Casa de Moneda de Madrid se desarrollo con normalidad, acuñándose en ella prácticamente todos los valores del sistema monetario vigente. En esta época tuvo Madrid tres talleres diferentes: el ya mencionado de la calle Segovía, otro enfrente de él, donde se instalaron los molinos necesarios para la acuñación de moneda, y otra casa en los terrenos que hoy ocupa el palacio de Linares, entonces situados a las afueras de la ciudad.

Cristóbal Gómez de Sandoval-Rojas y de la Cerda, I duque de Uceda

Hasta comienzos del siglo XVIII, en España podíamos encontrar moneda acuñada en las diferentes casas de la moneda pertenecientes a la corona, pero también en otras privadas y de la Iglesia. Seria con la llegada de los Borbones y Felipe V, cuando la acuñación de moneda pasó a ser privilegio exclusivo de la Corona y el Estado. El papel moneda no nacería hasta el reinado de Carlos III, con la fundación del Banco de San Carlos y la necesidad de emitir deuda pública, conocida como «vales reales», considerados por los historiadores como los antecedentes de los billetes de banco, dado que fueron utilizados como dinero. Felipe V, abolió las cecas privadas y sometió a las estatales (Madrid, Barcelona, Sevilla, Pamplona, Segovia, Jubia y Manila) al poder de la Corona.

Felipe V - 8 Escudos 1729 Ceca de Madrid

Cada una de estas cecas tenía sus propias señas identificativas, en el caso  de Madrid, que es la que nos interesa, una M coronada o una estrella de seis puntas, que se siguieron utilizando hasta el 14 de junio de 1864, cuando Isabel II inauguró la Casa de la Moneda, con sede única en Madrid, en un edificio, actualmente desaparecido, situado en lo que hoy son los Jardines del Descubrimiento de la plaza de Colón.

La Casa de la Moneda de la plaza de Colón - Grabado de 1865

En 1868, con el general Serrano al frente del Gobierno Provisional, el entonces ministro de Hacienda, implantó la Peseta como moneda nacional, sustituyendo al escudo, unificando de este modo el sistema monetario español, dejando la moderna fabrica de Madrid como la única autorizada para la fabricación de moneda, lo que trajo consigo la desaparición de las otras cecas.

1 Peseta Gobierno Provisional 1869

A partir de 1868, con la acuñación de moneda centralizada en el nuevo edificio de Colón, se produce el cierre definitivo de todos los talleres de las cecas peninsulares, procediendose a la subasta de los edificios sin actividad. Se mantiene la ceca de Barcelona hasta 1870, si bien se encarga a Oeschger, Mesdach & Cia., una empresa privada de Barcelona, la exclusiva del contrato para fabricar la moneda fraccionaria de bronce. Los cospeles se realizaban en su factoría de Biache Saint-Vaast en Calais, para luego ser trasladados en tren a Marsella, y de allí en barco a Barcelona.

Real Casa de la Moneda - Plaza de Colón

La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (F.N.M.T), creada 1893 por la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena,  fundiría en una sola institución la Casa de la Moneda y la Fábrica del Sello, que ya compartirían el inmueble de Colón. En 1936, durante la Guerra Civil, se crea una Casa de la Moneda en Burgos, con el objetivo de fundir los metales preciosos procedentes de los donativos que se recibían. Unas instalaciones que sufrieron sucesivos retrasos, por falta tanto de técnicos especialistas como de la maquinaria necesarios, de modo que, el primer lingote de oro no se fundiría hasta enero de 1937. El 6 de marzo de 1944 se aprueba el proyecto de construcción de una Fábrica de Papel dependiente de la F.N.M.T . en Burgos, dedicada a la emisión de billetes de banco y otros documentos de valor, unas instalaciones  que siguen funcionando en la actualidad.

La Casa de la moneda en 1970

En 1964, el edificio de Colón resultaba insuficiente para las necesidades del Estado, por lo que se decidió su traslado al numero 106 de la calle Jorge Juan, donde ha permanecido hasta el día de hoy. El edificio de Colón, pese a las numerosas opiniones en contra, fue demolido y reemplazado por los fríos e  impersonales Jardines del Descubrimiento, que serían inaugurados en 1970 por el entonces Alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro y el Centro Cultural de la Villa de Madrid, inaugurado en 1978.

Fabrica Nacional de Moneda y Timbre

Además de imprimir billetes de banco y sellos, la F.M.N.T. produce documentos oficiales como el DNI o el pasaporte, cartones de bingo, billetes de lotería y tarjetas inteligentes.

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Los Modlin. La historia de una extraña familia americana

Os presento a los Modlin: Margaret, Elmer y su hijo Nelson. Una extraña y excéntrica familia, que llegó a Madrid desde los Estados Unidos en la década de los 70 en busca de un éxito que nunca alcanzaron. Eran diferentes, solían vestir de negro, muy solemnes y llamaban la atención de quienes se cruzaban con ellos. Vivían prácticamente aislados en su domicilio madrileño del numero 3 de la calle del Pez y nunca se molestaron en aprender el castellano. Realmente una extraña familia, cuyos miembros hace años que están muertos.

Los Modlin

¿Quiénes eran en realidad los Modlin?

La historia de los Modlin comienza en 1949 en Carolina del Norte, donde Margaret y Elmer contrajeron matrimonio. Elmer Modlin, había sido soldado y, según contaba, el primer hombre en pisar Nagasaki tras la explosión de de la bomba atómica, algo que le obsesionó de por vida. Poco después de la boda se trasladaron a Hollywood en busca de la fama y allí nació su único hijo, Nelson, a quien educaron con un claro y único objetivo: convertirlo en una estrella de cine.

Los Modlin 2

Mientras tanto, Elmer intentaba hacerse un hueco en la industria del cine, pero el éxito no llegaba. Fue actor de reparto en algunas películas de serie B, consiguió aparecer en algunos spots publicitarios y su mayor logro fue una aparición sin frase, en la escena final de La semilla del diablo de Roman Polanski, en la que, mientras Mía Farrow se acerca cuchillo en mano a la cuna negra de su hijo, un japonés hace fotos y justo detrás, un hombre contempla con gran frialdad la escena, mientras eleva por un instante la mirada al cielo. Era Elmer Modlin, de profesión eterno secundario en series de TV como Embrujada. Aquella escena tendría que haber sido el inicio de una carrera llena de exitos, pero ni siquiera apareció en los creditos.

Calle del Pez, 3

Tras este fracaso en su constante búsqueda de la fama y el éxito y ante el riesgo de que su adorado hijo Nelson, que ya tenia 17 años, fuera llamado a filas para ir a la guerra de Vietnam, los Modlin deciden venirse a vivir a España, donde se instalan en un piso en el numero 3 de la calle del Pez en el madrileño barrio de Malasaña. En Madrid, la obsesión de los Modlin por alcanzar la fama y el reconocimiento, alcanzaría tintes realmente dramáticos. Estaban obsesionados con pasar a la historia. Margaret, se autoproclamaba “la mejor pintora del Apocalipsis”, a la vez que afirmaba que la humanidad no estaba aún preparada para comprender la grandeza de su obra.

Los Modlin 3

Fue entonces cuando el matrimonio decidió reflejar toda su vida en diarios, fotografías y vídeos, en una especie de plan perfectamente trazado para que, una vez hubieran fallecido, alguien encontrase su legado y se encargara de hacerlos famosos e inmortales, algo que comenzaban a admitir que jamás lograrían en vida. En sus diarios se percibe una paranoica obsesión por documentar sus contactos con los famosos de la época, para demostrar al mundo que habían estado rodeados de gente famosa e importante y, por tanto, ellos también lo eran. Se tuvieron que conformar con breves momentos de gloria, simples destellos: los papeles secundarios en películas de Elmer (participó en Ellas las prefieren locas, de Mariano Ozores, Viva la clase media, de José María González Sinde y apareció en un episodio de Curro Jiménez), la breve exposición, apenas un mes, de Margaret en el Círculo de Bellas Artes o algunos anuncios de Nelson y su voz  en la megafonía del Aeropuerto de Barajas y El Corte Inglés, o un anuncio del Vespino, en el que aparecía la familia al completo.

Nelson Modlin 2

Esa obsesión por la fama de Elmer y Margaret marcó de por vida a su hijo Nelson, que dejó la casa familiar huyendo del opresivo ambiente familiar creado principalmente por su madre, intentando alejar de su vida esa obsesión por la fama y la inmortalidad, frustrando de este modo los anhelos de sus progenitores. Instalado en Guadalajara, tratando de superar la presión a la que había estado sometido, apenas vió a sus padres dos o tres veces al año hasta su fallecimiento, ocurrido en extrañas circunstancias cuando solo tenía 49 años.

Margaret Modlin y Franco

Tras años de aislamiento en los que Margaret continuaría obsesionada con la muerte, la figura de Franco y sus pinturas surrealistas y tétricas, realizadas siempre con luz artificial, la excéntrica pintora falleció en 1998, dejando a Elmer, un marido totalmente sometido y entregado, que vivió únicamente para ella, absolutamente desolado. Elmer fallecería en 2003, completamente alcoholizado e incapaz de superar las muertes de Margaret y su hijo Nelson.

La extraña urna funeraria de los Modlin 

Lo último que Elmer pidió a Margaret fue una extraña urna funeraria, con la forma de un busto de dos cabezas, destinado a albergar sus cenizas. Una urna que nunca se utilizó y hoy aún se conserva en un almacén. Las cenizas de los Modlin, se asegura que descansan en el fondo del Lago de la Casa de Campo. En tan solo cinco años, los Modlin habían desaparecido y nadie los recordaría. ¿O si?

La resurrección de los Modlin

La resurrección de los Modlin tiene lugar en un contenedor de basura, en las proximidades del que fuera su domicilio de la calle del Pez, donde el fotógrafo Paco Gómez rescató una serie de fotografías y documentos en los que aparecían unos desconocidos posando ante la cámara en ropa interior y extrañas poses. 

Margaret Modlin Elmer Modlin Nelson Modlin

Era una noche de junio de 2003, cuando Paco Gómez, avisado por su cuñado, llego a a la calle del Pez, donde la acera ya estaba llena de gente que rebuscaba entre los efectos personales y fotografías de algún vecino del barrio, que habían aparecido en un contenedor de basura. Elmer Modlin, el último superviviente de la extraña familia, había fallecido ese mismo año y sus herederos decidieron vaciar el piso, deshaciéndose de todos los objetos y pertenencias, que para ellos carecían de valor. Gómez, fotografo del colectivo NoPhoto, cuenta que logró recuperar una serie de fotografías y documentos de los Modlin que se llevo a su casa, donde estuvieron varios años sin que tuviera claro a quienes pertenecían, ni que hacer con ellos.

Elmer Modlin Elmer Modlin

Pero el destino de los Modlin, parecía estar escrito y una noche, en el piso de un amigo, reconoció a la desconocida que aparecía en sus fotos. Sorprendidos, le contaron que se trataba de Margaret Modlin, una misteriosa y excentrica pintora norteamericana, obsesionada con el Apocalipsis, que había vivido con su familia en Madrid. En ese mismo instante, Paco Gómez supo que tenía algo interesante algo entre las manos, una historia que merecía la pena ser investigada y por supuesto contada: la misteriosa historia de los Modlin. Una historia fascinante, trágica, misteriosa y por que no, romántica, que tuvo lugar en el Madrid de los años 80.

El libro «Los Modlin», escrito por el propio Paco Gómez, y un cortometraje sobre la excéntrica familia titulado «Una historia para los Modlin», dirigido por el brasileño Sergio Oksman, estaban a punto de ver la luz.

 Los Modlin - Paco GómezUna historia para los Modlin - Sergio Oksman

Los Modlin. Un libro de Paco Gómez

Paco Gómez, consciente de lo que tenia entre las manos, inicio un proceso de investigación que duró varios años, durante el que pudo comprobar hasta que punto la fama y el reconocimiento eran un tema obsesivo para los Modlin, en especial para Margaret. A traves de las numerosas entrevistas que realizó a personas que habían tratado con la familia, comprendió la obsesión del matrimonio por hacerse famosos y que la pintura de Margaret fuera comprendida. Fue entonces cuando supo, que era un instrumento del destino, que tenía que contar la historia de la familia tal y como Margaret Modlin lo había planeado. En el libro se nos cuenta el proceso de la investigación de una forma poco habitual, a medio camino entre la novela y el libo de fotografía, donde las imágenes forman parte de la trama.

La vida perdida de los Modlin

«Los Modlin es un libro subyugante, un imprescindible cuya historia es tan notable como la de sus desgraciados protagonistas»

«El libro es  un camino perfectamente pavimentado que nos lleva desde el contenedor de basura de la calle Pez, hasta un final, magistralmente peraltado.»

«Uno de los libros más apasionantes de los que he leido en los últimos años que no te suelta hasta el final»

«Cierras el libro y de alguna manera sabes que esa familia volverá a tí de algún modo u otro, y terminas por creer también que en algún momento de tu vida, los Modlin se cruzaron contigo»

El libro de Paco Gomez ha cambiando el rumbo de tres vidas condenadas al olvido, pero que finalmente han alcanzado la tan ansiada fama. “Indudablemente su vida estaba condenada al olvido así que algo de fama les he dado. De todas formas la gloria que Margaret buscaba no está a mi alcance, soñaba con una fama eterna e imposible más próxima a los tiempos geológicos que al leve paso de un ser humano sobre la Tierra”, afirma Paco Gómez.

Una historia para los Modlin

Una historia para los Modlin. Un cortometraje de Sergio Oksman

En el cortometraje,de Sergio Oksman, realizado a modo de falso documental, los Modlin nos son presentados como una familia extraña, que gira alrededor de Margaret y sus cuadros. Una pintora que firma sus obras con un anagrama formado por tres emes, a quien su marido idolatra y considera «la mejor pintora del Apocalipsis de todos los tiempos». Ambos crean un microcosmos turbio y asfixiante en su domicilio de la calle del Pez , del que su hijo Nelson escapa en cuanto le es posible. Oksman con su corto, ha reconstruido como era la vida de los Modlin tras su llegada a España valiendose de las fotos y documentos que aparecieron en la basura. Consiguio que le dejaran entrar en el piso de la calle del Pez número 3 dónde vivían, un inmueble propiedad de la universidad de Salamanca donde aún estaban el caballete de Margaret y la extraña urna funeraria vacia. «Puede que algunos hechos de los que aparecen sean ciertos y otros no», admite Oksman, «al acabar de ver la película el espectador acaba conociendo realmente a esas personas».

Una historia para los Modlin - Premio mejor documental español

La película de Oksman ganó el primer premio internacional en el festival Documenta Madrid y tras su participación en numerosos festivales , ha conseguido numerosos galardones, entre los que podemos destacar:

Mejor Cortometraje Documental – Premios Goya 2013

Gran Premio Competición de Cortos – Festival de Cine de Varsovia

Grand Prix (Labo) – Festival International du Court Metrage, Clermont-Ferrand

Premio del Publico – Festival International du Court Metrage, Clermont-Ferrand

Grande Premio Cidade de Vila do Conde – Curtas Vila do Conde

Mejor Corto Documental  – Karlovy Vary International Film Festival

Miglior Cortometraggio Documentario – Festival dei Popoli, Firenze

Premio “Lorenzo de’ Medici” – Festival dei Popoli, Firenze

Mejor Cortometraje de No-Ficción – Open Cinema, St.Petersburg

Mención de Honor – Full Frame

Los Modlin - Publicidad del Vespino

Los Modlin, con sus extrañas fotografias, sus excentricidades y su misterioso legado, han conseguido tras su muerte, lo que jamás consiguieron en vida. Tenían razón cuando aseguraban que algún día alcanzarían la fama. Por fin, donde quiera que estén, los Modlin son felices.

Lucifer está empadronado en Madrid.

Que Lucifer siente una especial debilidad por Madrid es algo mas que evidente, como vais a poder comprobar a continuación. Han sido numerosas las visitas que el Principe de las Tinieblas ha hecho a la Villa y Corte a lo largo de su historia y para ello se ha servido de los medios mas variados, al fin y al cabo su poder es inmenso, por no decir infinito.

Celebración de un aquelarre

Comenzó paseándose por Castilla, donde las hechiceras de la primera mitad del siglo XVI invocaban al Diablo Cojuelo. Y como Madrid, desde que Alfonso VI la reconquistara en el siglo XI, siempre formó parte del Reino de Castilla, seguro que en alguna de aquellas giras por tierras castellanas se dejaría caer por aquí, aunque no haya constancia de ello. De modo que podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que fue entonces cuando nació el idilio entre Lucifer y la capital de España.

«Estos cinco dedos pongo en este muro, cinco demonios conjuro: a Barrabás, a Satanás, a Lucifer, a Belcebú, al Diablo Cojuelo que es buen mensajero, que me traiga a Fulano luego a mi querer y a mi mandar»

«Señor de la calle, señor de la calle, señor compadre, señor cojuelo, que hagáis a ______ que se abrace solamente a mí y que me quiera y que me ame, y que si es verdad que me ha de querer, que ladre como perro, que rebuzne como asno y que cante como gallo»

Convento de San Plácido

En 1625, reinando en España Felipe IV, el Diablo hizo una visita a las monjas del convento de San Placido, situado en el 9 de la calle de San Roque, en el corazón del actual barrio de Malasaña. (Ver la entrada titulada «El convento de San Plácido, su iglesia y los escandalosos sucesos que entre sus muros acontecieron», publicada en julio de 2014).

El Diablo Cojuelo

En 1641 el escritor Luis Vélez de Guevara fue el instrumento utilizado por Satanas para visitar Madrid. La obra: El Diablo Cojuelo, que narraba las andanzas de nuestro diabólico protagonista junto al personaje del hidalgo estudiante Don Cleofás Leandro Pérez Zambullo, que huye de la justicia por una cuestión de faldas, refugiandose por casualidad en el desván de un astrólogo que tiene encerrado a un diablo en una botella. El diablo le suplica que le libere y Cleofás accede. A cambio, el que se presenta como Diablo Cojuelo lleva al hidalgo a un mágico viaje en el que desde las alturas ve el interior de las casas de Madrid como si las hubieran despojado de sus tejados, dejando ver los vicios e hipocresías del Madrid de los Austrias.

Palacio Real 5

Durante las obras de construcción del Palacio Real, iniciadas en 1738, tras el incendio que destruyo por completo el Real Alcazar, afirman las crónicas de la época que, Satanás se apareció a los obreros que allí trabajaban. (Ver la entrada titulada «El Palacio Real de Madrid. Historia, leyendas y secretos de un noble edificio», publicada en junio de 2014).

Vista de la Real Casa de Correos en la Puerta del Sol en el siglo XIX Sigue leyendo