Os presento a los Modlin: Margaret, Elmer y su hijo Nelson. Una extraña y excéntrica familia, que llegó a Madrid desde los Estados Unidos en la década de los 70 en busca de un éxito que nunca alcanzaron. Eran diferentes, solían vestir de negro, muy solemnes y llamaban la atención de quienes se cruzaban con ellos. Vivían prácticamente aislados en su domicilio madrileño del numero 3 de la calle del Pez y nunca se molestaron en aprender el castellano. Realmente una extraña familia, cuyos miembros hace años que están muertos.

¿Quiénes eran en realidad los Modlin?
La historia de los Modlin comienza en 1949 en Carolina del Norte, donde Margaret y Elmer contrajeron matrimonio. Elmer Modlin, había sido soldado y, según contaba, el primer hombre en pisar Nagasaki tras la explosión de de la bomba atómica, algo que le obsesionó de por vida. Poco después de la boda se trasladaron a Hollywood en busca de la fama y allí nació su único hijo, Nelson, a quien educaron con un claro y único objetivo: convertirlo en una estrella de cine.

Mientras tanto, Elmer intentaba hacerse un hueco en la industria del cine, pero el éxito no llegaba. Fue actor de reparto en algunas películas de serie B, consiguió aparecer en algunos spots publicitarios y su mayor logro fue una aparición sin frase, en la escena final de La semilla del diablo de Roman Polanski, en la que, mientras Mía Farrow se acerca cuchillo en mano a la cuna negra de su hijo, un japonés hace fotos y justo detrás, un hombre contempla con gran frialdad la escena, mientras eleva por un instante la mirada al cielo. Era Elmer Modlin, de profesión eterno secundario en series de TV como Embrujada. Aquella escena tendría que haber sido el inicio de una carrera llena de exitos, pero ni siquiera apareció en los creditos.

Tras este fracaso en su constante búsqueda de la fama y el éxito y ante el riesgo de que su adorado hijo Nelson, que ya tenia 17 años, fuera llamado a filas para ir a la guerra de Vietnam, los Modlin deciden venirse a vivir a España, donde se instalan en un piso en el numero 3 de la calle del Pez en el madrileño barrio de Malasaña. En Madrid, la obsesión de los Modlin por alcanzar la fama y el reconocimiento, alcanzaría tintes realmente dramáticos. Estaban obsesionados con pasar a la historia. Margaret, se autoproclamaba “la mejor pintora del Apocalipsis”, a la vez que afirmaba que la humanidad no estaba aún preparada para comprender la grandeza de su obra.

Fue entonces cuando el matrimonio decidió reflejar toda su vida en diarios, fotografías y vídeos, en una especie de plan perfectamente trazado para que, una vez hubieran fallecido, alguien encontrase su legado y se encargara de hacerlos famosos e inmortales, algo que comenzaban a admitir que jamás lograrían en vida. En sus diarios se percibe una paranoica obsesión por documentar sus contactos con los famosos de la época, para demostrar al mundo que habían estado rodeados de gente famosa e importante y, por tanto, ellos también lo eran. Se tuvieron que conformar con breves momentos de gloria, simples destellos: los papeles secundarios en películas de Elmer (participó en Ellas las prefieren locas, de Mariano Ozores, Viva la clase media, de José María González Sinde y apareció en un episodio de Curro Jiménez), la breve exposición, apenas un mes, de Margaret en el Círculo de Bellas Artes o algunos anuncios de Nelson y su voz en la megafonía del Aeropuerto de Barajas y El Corte Inglés, o un anuncio del Vespino, en el que aparecía la familia al completo.

Esa obsesión por la fama de Elmer y Margaret marcó de por vida a su hijo Nelson, que dejó la casa familiar huyendo del opresivo ambiente familiar creado principalmente por su madre, intentando alejar de su vida esa obsesión por la fama y la inmortalidad, frustrando de este modo los anhelos de sus progenitores. Instalado en Guadalajara, tratando de superar la presión a la que había estado sometido, apenas vió a sus padres dos o tres veces al año hasta su fallecimiento, ocurrido en extrañas circunstancias cuando solo tenía 49 años.

Tras años de aislamiento en los que Margaret continuaría obsesionada con la muerte, la figura de Franco y sus pinturas surrealistas y tétricas, realizadas siempre con luz artificial, la excéntrica pintora falleció en 1998, dejando a Elmer, un marido totalmente sometido y entregado, que vivió únicamente para ella, absolutamente desolado. Elmer fallecería en 2003, completamente alcoholizado e incapaz de superar las muertes de Margaret y su hijo Nelson.
Lo último que Elmer pidió a Margaret fue una extraña urna funeraria, con la forma de un busto de dos cabezas, destinado a albergar sus cenizas. Una urna que nunca se utilizó y hoy aún se conserva en un almacén. Las cenizas de los Modlin, se asegura que descansan en el fondo del Lago de la Casa de Campo. En tan solo cinco años, los Modlin habían desaparecido y nadie los recordaría. ¿O si?
La resurrección de los Modlin
La resurrección de los Modlin tiene lugar en un contenedor de basura, en las proximidades del que fuera su domicilio de la calle del Pez, donde el fotógrafo Paco Gómez rescató una serie de fotografías y documentos en los que aparecían unos desconocidos posando ante la cámara en ropa interior y extrañas poses.

Era una noche de junio de 2003, cuando Paco Gómez, avisado por su cuñado, llego a a la calle del Pez, donde la acera ya estaba llena de gente que rebuscaba entre los efectos personales y fotografías de algún vecino del barrio, que habían aparecido en un contenedor de basura. Elmer Modlin, el último superviviente de la extraña familia, había fallecido ese mismo año y sus herederos decidieron vaciar el piso, deshaciéndose de todos los objetos y pertenencias, que para ellos carecían de valor. Gómez, fotografo del colectivo NoPhoto, cuenta que logró recuperar una serie de fotografías y documentos de los Modlin que se llevo a su casa, donde estuvieron varios años sin que tuviera claro a quienes pertenecían, ni que hacer con ellos.

Pero el destino de los Modlin, parecía estar escrito y una noche, en el piso de un amigo, reconoció a la desconocida que aparecía en sus fotos. Sorprendidos, le contaron que se trataba de Margaret Modlin, una misteriosa y excentrica pintora norteamericana, obsesionada con el Apocalipsis, que había vivido con su familia en Madrid. En ese mismo instante, Paco Gómez supo que tenía algo interesante algo entre las manos, una historia que merecía la pena ser investigada y por supuesto contada: la misteriosa historia de los Modlin. Una historia fascinante, trágica, misteriosa y por que no, romántica, que tuvo lugar en el Madrid de los años 80.
El libro «Los Modlin», escrito por el propio Paco Gómez, y un cortometraje sobre la excéntrica familia titulado «Una historia para los Modlin», dirigido por el brasileño Sergio Oksman, estaban a punto de ver la luz.


Los Modlin. Un libro de Paco Gómez
Paco Gómez, consciente de lo que tenia entre las manos, inicio un proceso de investigación que duró varios años, durante el que pudo comprobar hasta que punto la fama y el reconocimiento eran un tema obsesivo para los Modlin, en especial para Margaret. A traves de las numerosas entrevistas que realizó a personas que habían tratado con la familia, comprendió la obsesión del matrimonio por hacerse famosos y que la pintura de Margaret fuera comprendida. Fue entonces cuando supo, que era un instrumento del destino, que tenía que contar la historia de la familia tal y como Margaret Modlin lo había planeado. En el libro se nos cuenta el proceso de la investigación de una forma poco habitual, a medio camino entre la novela y el libo de fotografía, donde las imágenes forman parte de la trama.

«Los Modlin es un libro subyugante, un imprescindible cuya historia es tan notable como la de sus desgraciados protagonistas»
«El libro es un camino perfectamente pavimentado que nos lleva desde el contenedor de basura de la calle Pez, hasta un final, magistralmente peraltado.»
«Uno de los libros más apasionantes de los que he leido en los últimos años que no te suelta hasta el final»
«Cierras el libro y de alguna manera sabes que esa familia volverá a tí de algún modo u otro, y terminas por creer también que en algún momento de tu vida, los Modlin se cruzaron contigo»
El libro de Paco Gomez ha cambiando el rumbo de tres vidas condenadas al olvido, pero que finalmente han alcanzado la tan ansiada fama. “Indudablemente su vida estaba condenada al olvido así que algo de fama les he dado. De todas formas la gloria que Margaret buscaba no está a mi alcance, soñaba con una fama eterna e imposible más próxima a los tiempos geológicos que al leve paso de un ser humano sobre la Tierra”, afirma Paco Gómez.

Una historia para los Modlin. Un cortometraje de Sergio Oksman
En el cortometraje,de Sergio Oksman, realizado a modo de falso documental, los Modlin nos son presentados como una familia extraña, que gira alrededor de Margaret y sus cuadros. Una pintora que firma sus obras con un anagrama formado por tres emes, a quien su marido idolatra y considera «la mejor pintora del Apocalipsis de todos los tiempos». Ambos crean un microcosmos turbio y asfixiante en su domicilio de la calle del Pez , del que su hijo Nelson escapa en cuanto le es posible. Oksman con su corto, ha reconstruido como era la vida de los Modlin tras su llegada a España valiendose de las fotos y documentos que aparecieron en la basura. Consiguio que le dejaran entrar en el piso de la calle del Pez número 3 dónde vivían, un inmueble propiedad de la universidad de Salamanca donde aún estaban el caballete de Margaret y la extraña urna funeraria vacia. «Puede que algunos hechos de los que aparecen sean ciertos y otros no», admite Oksman, «al acabar de ver la película el espectador acaba conociendo realmente a esas personas».

La película de Oksman ganó el primer premio internacional en el festival Documenta Madrid y tras su participación en numerosos festivales , ha conseguido numerosos galardones, entre los que podemos destacar:
Mejor Cortometraje Documental – Premios Goya 2013
Gran Premio Competición de Cortos – Festival de Cine de Varsovia
Grand Prix (Labo) – Festival International du Court Metrage, Clermont-Ferrand
Premio del Publico – Festival International du Court Metrage, Clermont-Ferrand
Grande Premio Cidade de Vila do Conde – Curtas Vila do Conde
Mejor Corto Documental – Karlovy Vary International Film Festival
Miglior Cortometraggio Documentario – Festival dei Popoli, Firenze
Premio “Lorenzo de’ Medici” – Festival dei Popoli, Firenze
Mejor Cortometraje de No-Ficción – Open Cinema, St.Petersburg
Mención de Honor – Full Frame

Los Modlin, con sus extrañas fotografias, sus excentricidades y su misterioso legado, han conseguido tras su muerte, lo que jamás consiguieron en vida. Tenían razón cuando aseguraban que algún día alcanzarían la fama. Por fin, donde quiera que estén, los Modlin son felices.
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