Bajo el subtitulo «Cartones para tapices 1775-1794» y estructurada en ocho secciones: la caza, divertimentos, las clases sociales, música y baile, niños, los sueños, las cuatro estaciones y el aire, el Museo Nacional del Prado presenta una interesante exposición sobre Goya, que nos permite observar los cartones para tapices creados por el aragonés, presentados junto a obras de otros artistas, además de pinturas y esculturas que le sirvieron de modelo para sus obras. Una selección, que nos muestra un apasionado diálogo entre el genio de Fuendetodos y otros grandes creadores.
Goya llegó a Madrid en enero de 1775 para colaborar con Anton Raphael Mengs, que por aquel entonces era primer pintor de cámara y director artístico de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Su primer encargo, seria la realización de una serie de siete cartones para tapices destinados a los Sitios Reales en los que supo reflejar las costumbres y tradiciones del pueblo, con su extraordinaria capacidad para captar los mil y un diferentes matices de los hombres, mujeres y niños de España. Escenas llenas de alegría, música, juegos de seducción y fiestas, pero también de violencia, engaños y tragedia.
Los cartones para tapices llegaron al Museo del Prado en 1870, procedentes de los almacenes del Palacio Real, adonde habían sido trasladados desde la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en 1857. Tras su restauración, ya que habían permanecido enrollados durante décadas, el entonces director del museo, Aureliano de Beruete, decidió que fueran expuestas al público en algunas salas de la planta baja especialmente dedicadas a Goya, que fueron inauguradas en 1921, donde permanecieron hasta su desmontaje durante la Guerra Civil. Desde de 1998 se pueden ver en las salas especiales que suelen ocupar de forma habitual en la segunda planta del edificio de Villanueva.
Manuela Mena, jefa de conservación del siglo XVIII y Goya comisaria, junto a Gudrun Mauer, conservadora del área de pintura del siglo XVIII y Goya, explica las razones que han llevado a la selección de las diferentes secciones de esta exposición:
“Coinciden con temas que preocuparon a los ilustrados, interesados en una visión cercana del pueblo, que empezaba a tener un protagonismo nuevo, así como en las diversiones populares, los juegos”
Veamos ahora algunas de las obras que componen esta exposición, ordenadas de acuerdo a las secciones en que esta dividida la misma.
La caza
Esta sección mantiene el orden original en la selección de los cartones ya que constituye en sí misma un género específico. Retratos de reyes en atuendo de caza, el descanso tras la cacería y escenas de caza que incluyen la temprana serie de la caza para las habitaciones de Carlos III en El Escorial realizada en 1775-76.
Divertimentos
En esta sección, Goya subraya la faceta más real de algunas de las diversiones y juegos mas populares, además de captar como ningún otro artista a los jóvenes del pueblo de Madrid, los majos y majas.
Las clases sociales
En los cartones expuestos en esta sección, Goya nos muestra la variedad de una sociedad que comenzaba a salir de la inmovilidad, socavando los rígidos estamentos del siglo anterior. Vendedores ambulantes y escenas populares y cortesanas, nos permiten apreciar mejor como era la sociedad española de finales del siglo XVIII.
Música y baile
La música y el baile de carácter popular, con su casi permanente presencia en las calles de Madrid, es la cuarta sección, en la que se pone de manifiesto la maestria y la precisión técnica de Goya en la representación de los pasos de baile y de los instrumentos musicales.
Niños
Esta sección nos permite comparar las escenas de niños pintadas por Goya, con temas similares realizados en los siglos anteriores, centrándose en buscar la visión ilustrada de de la infancia, así como las progresistas ideas de Goya.
Los sueños
Los sueños, son uno de los asuntos que más interesaron al pintor de Fuendetodos, que comenzó a realizar precisamente en los cartones de tapices que se exponen en esta sección. Pinturas y esculturas en las que están presentes la melancolía, la tristeza, el arrepentimiento o la ensoñación.
Las cuatro estaciones
En esta sección se muestra, según su orden original, la serie de las Cuatro Estaciones, destinada al comedor de los Príncipes de Asturias en el palacio del Pardo, encargada en julio de 1785. Un conjunto inseparable que nos permite entender de qué forma Goya dio un vuelco a la iconografía tradicional de raíces clásicas en la representación de las estaciones.
El aire
Esta sección se centra en el cuadro de Goya, La cometa, que se nos presenta junto a obras de otros artistas como Claude-Joseph Vernet o Antonio Carnicero y su Ascensión de un globo Montgolfier en Aranjuez, como muestra de la conquista del aire que se logra en el siglo XVIII. Goya también se ocupó de los pájaros y en La marica en un árbol, recreó el aire y su profundidad a través de las diversas aves que surcan el cielo a diferentes distancias del observador.
Y tres sorpresas: la primera es la presencia de la obra, Cazador cargando su escopeta, que se presenta, tras una laboriosa restauración, tal y como fue pintado por Goya, sin la parte añadida en 1933, cuando la obra se creía un Bayeu, la segunda, es la inclusión de fragmentos de la película de Jean Renoir, La regla del juego, una comedia que desemboca en tragedia a golpe de escopeta, siendo la primera vez, que el cine forma parte de una muestra del Prado, y por último, la posibilidad, hacia la mitad del recorrido, de disfrutar de piezas músicales estrechamente relacionadas con lo que se nos cuenta desde las paredes, con obras de Rossini, Mozart o Tsitsaros entre otros.
Goya y Madrid – Cartones para tapices 1775-1794
En el Museo Nacional del Prado hasta el 3 de mayo de 2015
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